EN OCTUBRE, DOS CONCIERTOS PARTICIPATIVOS EN MADRID Y UNO PARA SOCIOS
Osteguna, Urria 2, 2014

En octubre, el Orfeón interpretará dos conciertos participativos en el Auditorio Nacional y otro para sus socios y amigos en el Kursaal.

Carmina Burana de Carl Orff será la obra que interpretarán el Orfeón Donostiarra y 400 voces más en el Auditorio Nacional los días 10 y 11 de octubre junto a la Orquesta Filarmonía de Madrid y la dirección de Sainz Alfaro. El cuadro de solistas estará compuesto por Elena Barbé (soprano), Enrique Sánchez-Ramos (barítono) y Luis Calero (contratenor).

Las voces que se sumarán al Orfeón han sido preparadas en Madrid por Nuria Fernández, fundadora y directora de la agrupación KoralArs que desarrolla diferentes proyectos en la Universidad Carlos III de Madrid convertidos en referentes dentro del panorama coral español, como el Coro de la Universidad, el programa infantil de Música escénica y el Curso de Dirección del Coro.

Creada en 2000 por Pascual Osa, su director, la Filarmonía de Madrid es la única orquesta sinfónica española estable y profesional cuya gestión y financiación son exclusivamente privados. Su compromiso con los compositores españoles vivos le permite incluir obras suyas en casi todos programas de su temporada. Durante nueve años protagonizó el programa "El conciertazo" que dirigía Fernando Argenta en TVE.

Estos conciertos participativos que el Orfeón viene organizando por cuarto año consecutivo junto a la Filarmonía de Madrid tienen la finalidad de ofrecer la posibilidad de vivir la experiencia de cantar junto al Orfeón a personas que aman la música coral. El año anterior el programa se dedicó a Wagner, en 2012 a Verdi y en 2011, la Novena de Beethoven fue la protagonista.

El día 30 tendrá lugar en el Auditorio Kursaal de Donostia el concierto anual con el que el Orfeón obsequia a sus socios amigos. El Requiem alemán de Brahms ha sido la obra elegida para esta ocasión. La Sinfónica de Euskadi y los solistas Elena Barbé (soprano) y Garry Magee (barítono) acompañarán al coro en esta obra considerada como un híbrido entre la cantata y el oratorio. Por las escasas menciones a Dios, al menos de forma directa, ha sido denominado "Requiem ateo", ya que Brahms no buscó componer un Requiem en el sentido litúrgico. Dividido en siete partes, el texto está tomado de la traducción alemana que hizo Lutero de la Biblia y no del latín como era lo habitual.

La obra está en el repertorio del Orfeón desde 1913 y desde entonces la ha interpretado con directores como Lorin Maazel, Frühbeck de Burgos, López Cobos, Ataúlfo Argenta, Víctor Pablo Pérez, Michel Plasson, Fernández Arbós o Ramón Usandizaga, entre otros, y con orquestas como las Sinfónicas de Berlín, de Londres, de la Radio de Hamburgo, de Galicia, con la ONE y con la OSE. La última vez que se cantó con esta última orquesta fue en la Quincena Musical de 2004, en la que ambas formaciones musicales ofrecieron dos conciertos bajo la batuta de Gilbert Varga.
 

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