Dentro de la temporada de abono de la Sinfónica de Euskadi, el Orfeón intervendrá en cinco conciertos programados por la orquesta que serán dirigidos por su titular, Andrés Orozco-Estrada, y tendrán lugar en Donostia, Vitoria-Gasteiz, Pamplona y Bilbao entre el 23 y el 29. En todos ellos se interpretará el Requiem de Verdi. Como solistas intervendrán Indra Thomas (soprano), Nancy Fabiola Herrera (mezzosoprano), Aquiles Machado (tenor) y Carlo Colombara (bajo).
Calendario de conciertos
Viernes, 23. Auditorio del Kursaal, Donostia
Sábado, 24. Teatro Principal , Vitoria-Gasteiz
Lunes, 26. Auditorio del Kursaal, Donostia
Martes, 27.Auditorio Baluarte, Pamplona
Jueves, 29. Palacio Euskalduna, Bilbao
Esta obra cima de la música italiana del siglo XIX, forma parte del repertorio del Orfeón desde hace muchos años. Los orfeonistas conocen esta partitura con todos sus matices porque la han interpretado en numerosos escenarios y con distintos directores como Claudio Abbado, Michel Plasson, Lawrence Foster, Rafael Frühbeck de Burgos, Fabio Luisi, V. Sutej y Víctor Pablo Pérez, entre otros. Creada en recuerdo de su amigo, el novelista y poeta Alejandro Manzoni, Verdi combinó lo sinfónico-coral y lo operístico, lo litúrgico y el carácter teatral en esta composición. No es, pues, una música dedicada a difuntos al uso. Prueba de ello es que se estrenó el 22 de abril de 1873 en la iglesia de San Marcos de Milán y tres días después se interpretó en la Scala.
De las distintas versiones que ha interpretado el Orfeón, hay que mencionar las de 2001, año que fue considerado internacionalmente en el mundo de la música como el año verdiano al conmemorarse el centenario de la muerte del compositor italiano. Fue memorable la versión ofrecida en Berlín de la mano de Claudio Abbado y la Berliner Philharmoniker con el coro de la Radio Sueca y el Coro de Cámara Eric Ericson. El disco editado por EMI fue nominado para los Grammy en la categoría de “Best Choral Performance”, nominación que fue compartida con los otros dos coros que tomaron parte en el concierto. Ese mismo año, en la Quincena Musical de Donostia, el coro ofreció otra versión del Requiem con la Royal Philharmonic Orchestra y Daniele Gatti como director, concierto que constituyó un récord en el número de músicos concentrados en el escenario del Kursaal: 250 instrumentistas y 150 cantores.